El joven director canadiense Matt Johnson (29 años), tras hacer sus pinitos en la creación audiovisual con la webserie “Nirvana the Band the Show” y protagonizar un par de cortometrajes junto a sus compañeros de la Escuela de Cine de Toronto, se sumergió de lleno (es director, productor, guionista, editor y protagonista) en este metalingüístico juego de espejos entre la realidad y la ficción (los protagonistas, que tienen los nombres de los actores que los interpretan, ruedan una película de ficción que acaba siendo en realidad un documental-testimonio), apadrinado por Kevin Smith. “The Dirties” esconde, bajo una apariencia de drama romántico de ‘high school’, una compleja y corrosiva crítica hacia algunos de los pilares de la sociedad y la moral estadounidense como el culto a las armas, el éxito a cualquier precio o la obsesión por la popularidad.

 

Rodada, cámara en mano, en el popular formato de ‘falso metraje encontrado’, este trasunto indie y desolador de “La revancha de los novatos” utiliza la historia de unos chavales de instituto que son acosados por los abusones de turno como sinécdoque claustrofóbica de la sociedad de los EE.UU. El argumento sigue las mismas pautas y clichés que las comedias adolescentes más facilonas: dos amigos que lo hacen todo juntos desde pequeños (con creíbles interpretaciones de Matt Johnson y Owen Williams), uno parlanchín y otro introvertido y enamorado de una chica que no está a su alcance; en algún momento se pelean porque el parlanchín dice que esa chica no lo merece, el otro piensa que es por celos y al final se reconcilian. Pero Johnson consigue extraer de esa tópica premisa, con un realismo natural y una frescura admirable que nunca decae, comedia y exaltación de la amistad (de las juventud y las ganas de vivir de sus protagonistas) por un lado; y tragedia y opresión (de esos abusones que representan cómo la sociedad aplasta las ansias de libertad y lo diferente) por otro.

 

El film desarrolla su amargo discurso sobre la angustia adolescente, el abuso escolar, el desapego de la realidad, la psicopatía y el gérmen de la violencia sin demonizar ni dar sermones y atravesado por un festival de referencias a la cultura popular más habitual de comedias ‘nerds’: “Pulp Fiction”, “Sospechosos Habituales”, series de televisión como “The Wire”, “El Caballero Oscuro”, la omnipresente “Elephant” de Gus Vant Sant (de la que se puede considerar una versión más realista y menos estilizada) y la matanza de Columbine, “El Guardián en el Centeno” de J.D. Salinger, Bruce Lee, camisetas repletas de iconos pop y frases lapidarias, videojuegos, comics y un largo etc. (por no hablar de los divertidísimos títulos de crédito finales). Amén de un final impactante.

 

– Para amantes de las sorpresas que quieran ver cine sobre adolescentes sin olvidarse de la calidad y la complejidad.

– No pierdan el tiempo los que están obsesionados con lo que harán sus hijos a sus espaldas.