La industrialización y la producción en cadena, la alienación de la clase trabajadora y, por supuesto, la superación de todas esas adversidades a través de una visión particular del mundo, basada en la esperanza y la confianza en el ser humano. Eso es lo que el genial Charles Chaplin (“El chico”, 1921, “Luces de la ciudad”, 1931, o “El gran dictador”, 1940) propuso para este film mítico que hace de la crítica social y tecnológica una sensible y cómica obra de arte en la que vertió los ideales que tantos problemas le granjearon en los EE.UU.; además de su talento para ensamblar divertidos gags cómicos y clichés sentimentales en un conjunto redondo e irresistible. Siempre del lado de los desheredados y los marginados, Chaplin vuelve a demostrar que la comedia es un vehículo tan válido como cualquiera (si acaso más) para una historia tan humana como simpática, tan esperanzadora como profunda.
Un trabajador de una fábrica (Charles Chaplin) se vuelve loco por las condiciones a las que lo someten en una frenética cadena de montaje y otras situaciones bizarras (memorable cuando lo someten a las pruebas con la máquina para mejorar la eficiencia del trabajador). Tras salir del sanatorio lo confunden con un manifestante y lo detienen. La parte buena será cuando conozca a una guapa joven, de la que se enamorará.
El futuro y el pasado (el eterna diatriba entre tradición y modernidad) enfrentados en la película que supuso el paso al cine sonoro de Charles Chaplin (aunque simplemente canta una canción sin sentido, burlándose así de la importancia del diálogo en el cine). Aunque el director (guionista, productor, compositor y montador) siempre lo negó (“solo mezclo la realidad y un poco de humor” solía decir), lo cierto es que la crítica a la sociedad moderna se encuentra aquí tanto o más que en sus otros trabajos; con esa inhumana tecnocracia empresarial, las huelgas y la pobreza (era normal que, obsesionados con la amenaza comunista, el Comité de Actividades Antiamericanas viese “Tiempos Modernos” como un film marxista y terminase expulsando del país a uno de los mejores directores de la historia).
– Para amantes de la comedia social que piensen que ‘Charlot’ sólo era un payaso gracioso.
– Imprescindible para comprobar lo alto que podía llegar la comedia muda.
FOTO DE RODAJE
Charles Chaplin junto a Paulette Goddard en el rodaje de “Tiempos Modernos”.
BANDA SONORA
Charles Chaplin, ‘Je cherche après Titine’: https://www.youtube.com/watch?v=-Jhxbo5I8q4.
ART WORK
Recortable de ‘Tiempos Modernos’ para su estreno en España
FRASES DE CINE