Cumbre del cine optimista que Frank Capra cultivó en los años 30 durante la Gran Depresión (aunque su verdadera obra maestra del género vendría tras la guerra: “¡Qué bello es vivir!”, 1946). Crítica política y moral en forma de drama de pérdida de la inocencia con la que el ganador de 3 Oscars Frank Capra (no por nada uno de los mejores directores de la historia) demostró que era capaz de algo más que soberbias comedias de enredo plagadas de buenos sentimientos como “Sucedió una noche”, 1934, o “Vive como quieras”, 1938.
Jefferson Smith (James Stewart) es un joven político, algo ingenuo, que aún mantiene sus ideales intactos. Cuando es elegido senador y se traslada a Washington se dará cuenta de que la corrupción y los intereses económicos abundan en un entorno que el había idealizado. Junto a Clarissa Saunders (Jean Arthur), su avispada secretaria, emprenderá una cruzada para limpiar de corrupción política Washington.
Con la excelente interpretación de James Stewart, su defensa de causas perdidas y su crítica a la corrupción política y mediática (que aunque centrada en las instituciones estadounidenses es fácilmente extrapolable al resto del mundo… y de épocas), como estandartes, “Caballero sin espada” se convirtió en todo un símbolo (con su humor irónico y posicionamiento moral) del final de uno de los periodos más infaustos de historia estadounidense, un periodo en el que el cine de pura evasión había dominado las pantallas y el mundo se enfrentaba al horror impensable de la guerra.
– Para interesados en el cambio de paradigma social que supuso la II Guerra Mundial.
– Imprescindible para hacer un repaso por la historia estadounidense por medio del cine.
FOTO DE RODAJE
Jimmy Stewart, Jean Arthur, Frank Capra & Joseph Walker en el rodaje de “Caballero sin espada”.
BANDA SONORA
Dimitri Tiomkin, ‘Opening Theme’: https://www.youtube.com/watch?v=0ClmyQNbOnY.
ART WORK
Olly Moss – Cartel de ‘Mr. Smith goes to Washington’
FRASES DE CINE