Rodada en una Roma devastada por la Segunda Guerra Mundial (el rodaje comenzó antes del final de la contienda europea), con un reparto compuesto en gran parte por actores no profesionales (además de una imprescindible Anna Magnani) y un presupuesto ínfimo, la obra maestra “Roma, ciudad abierta” dio a conocer al mundo entero el Neorrealismo italiano. Rossellini (que abría su ‘trilogía de la guerra’, compuesta también por “Paisà”, 1946, y “Alemania, Año Cero”, 1948) cambió para siempre las reglas del cine, tanto narrativas como visuales, con esta obra maestra comprometida, humanista y osada que trasciende el propio valor cinematográfico para hablarnos del espiritu humano, los ideales y la historia tanto dentro como fuera de la pantalla.
En una Roma ocupada por los nazis, Giorgio Manfredi (Marcello Pagliero), lider comunista del Comité Nacional de Liberación, huye de la Gestapo gracias a la ayuda de Francesco (Francesco Grandjacquet) y de su novia Pina (Anna Magnani). Un cura llamado Don Pietro (Aldo Fabrizi) también ayudará a la Resistencia.
Con un impactante guión en el que colaboró Federico Fellini y muy cerca a veces del documental, el film sabe captar la realidad espontánea a pie de calle con maneras minimalistas, despojadas de cualquier artificio. De un valor histórico y social inmenso, “Roma, ciudad abierta” es también uno de los puntos de inflexión del cine moderno (en el que ya no eran necesarios presupuestos abultados sino buenas ideas y osadía) que daría lugar a toda una serie de vanguardias cinematográficas (como el Free Cinema o la Nouvelle Vague).
– Para los que disfrutan con el cine creíble y honesto.
– Imprescindible para los que creen en el ‘cine combativo’.
FOTO DE RODAJE
Anna Magnani & Roberto Rossellini, pareja en los tiempos del rodaje de “Roma, ciudad abierta”.
BANDA SONORA
Renzo Rossellini, ‘Roma, città aperta’s theme’: http://www.youtube.com/watch?v=gxCV0euA__o.
ART WORK
Poster japonés de ‘Roma, ciudad abierta’