Inmenso éxito en su momento que logró por primera vez ganar los cinco Oscars principales (película, director, actor, actriz y guión), además de ser una de las pioneras y más divertidas ‘screwball comedies’, y que por ende, encumbró a la Columbia Pictures a erigirse como una de las ‘majors’ de Hollywood. Un director excelente (el clásico del buen rollo Frank Capra), una pareja actoral en la cumbre (las estrellas del momento Clark Gable y Claudette Colbert), un guión chispeante, crítico con la hipocresía y los medios de comunicación; entrenenido y trepidante, cargado de diálogos ingeniosos y secundarios tronchantes; todo se alía para lograr un film perfecto en el que la lucha de clases y de sexos se dan la mano. El sarcástico retrato de una pareja condenada a entenderse en una típica relación de amor odio (un periodista y una heredera fugada) da pie a una de las comedias románticas más interesantes y entretenidas de la época dorada del cine; con diálogos chispeantes, personajes entrañables y situaciones ingeniosas.
Ellen Andrews (Claudette Colbert) es la hija de un millonario (Walter Connolly) que se escapa del control de su padre, tras fracasar en un matrimonio por conveniencia, para ir a Nueva York. En el camino conocerá a Peter (Clark Gable), un periodista en horas bajas que la chantajea con llevarla con su padre si esta no le da la exclusiva de su historia.
Sin restar importancia al ingenioso guión de Robert Riskin, Frank Capra (como haría posteriormente en obras maestras como “Juan Nadie”, 1941, “Arsénico por compasión”, 1944, o “¡Qué bello es vivir!”, 1946) se adueña del film y no se limita a lograr una película divertida y ágil, sino que la convierte en uno de las obras paradigmáticas de la Gran Depresión: mezclando a la perfección su irónica crítica a las clases altas y su desapego de la realidad social, su inevitable condición de entretenimiento de primera (el público de la época, en su búsqueda de evasión, convirtió la comedia en su género predilecto) y ese feminismo progresista y deslenguado al que tanto ayudaron a crear actrices como Katherine Hepburn o Barbara Stanwyck.
– Para los que echan de menos la inteligencia en la comedia de hoy día.
– Imprescindible para coleccionistas de clásicos de la historia del cine.
FOTO DE RODAJE
Claudette Colbert, Clark Gable & Frank Capra en el set de “Sucedió una noche”.
BANDA SONORA
Howard Jackson, ‘It happened one night’: https://www.youtube.com/watch?v=FjYyQB2Sl3s.
ART WORK
Poster japonés de ‘Sucedió una noche’