El director australiano Baz Luhrmann alcanzó, con “Moulin Rouge”, la cumbre del estilo que había forjado en los 90 (con “El amor está en el aire”, 1992, y “Romeo+Julieta”, 1996) hasta tal punto que no pudo volver a el con éxito hasta 12 años después (con “El Gran Gatsby”, 2013). “Moulin Rouge” es un prodigio de artificio y barroquismo retro, un musical dramático postmoderno cargado de efectos especiales, anacronismos y un excesivo diseño artístico; todo al servicio de una clásica historia de amor trágico alojada en el bohemio y romántico París de finales del XIX. Luhrmann mezcla estética de video-clip, efectismos argumentales varios y unas cuantas muestras más de mal cine para construir un vistoso y apreciable collage que puede parecer vacío pero que representa una clase de cine espectáculo (donde el argumento se subordina a lo estético) tan de autor como la frialdad cerebral de Tarkovski o la violencia poética de Peckinpah.
En 1900, en París, Satine (Nicole Kidman) es una exitosa bailarina y cantante del famoso Moulin Rouge. Satine tendrá que decidir si se entrega al bohemio escritor Christian (Ewan McGregor) o a un millonario duque que puede financiarle un espectáculo (Richard Roxburgh).
Como buen cine posmoderno, la lista de referencias, homenajes y guiños de “Moulin Rouge” es casi inabarcable: desde el cine mudo a los musicales clásicos de los 50; de la imbricada concepción cinematográfica de Max Ophüls al descaro genérico de “The Rocky Horror Picture Show” (Jim Sharman, 1975); de “Margarita Gautier” (George Cukor, 1936) al cine de Jacques Demy; de “La Traviata” a “La Dama de las Camelias”; Shakespeare, David Bowie, el impresionismo, Madonna o Plácido Domingo. Demasiado excesiva para triunfar en los Oscars, tuvo que conformarse con dos premios (a su vestuario y sus decorados); pero se convirtió instantáneamente en uno de los iconos cinematográficos más reconocibles del siglo XXI, en un éxito masivo de taquilla y en una prueba feaciente de que Nicole Kidman se encontraba en su mejor momento (“Eyes Wide Shut”, 1999, “Los otros”, 2001, “Las horas”, 2002, o “Dogville”, 2003).
– Para amantes de vulgares historias de amor enmascaradas con virtuosos artificios insólitos.
– Imprescindible para afectados decoradores de interiores amantes de la novela romántica.
FOTO DE RODAJE
Nicole Kidman & Baz Luhrmann en el set de “Moulin Rouge”.
BANDA SONORA
Jacek Koman, Ewan McGregor & José Feliciano, ‘El Tango de Roxanne’: https://www.youtube.com/watch?v=Rn0xXo1gwGY.
ART WORK
Renato Cunha – ‘Moulin Rouge’