El sexto largometraje de Paul Thomas Anderson (“Boogie Nights”, 1997, o “Magnolia”, 2000), en más de 20 años de carrera, parece continuar la desoladora historia americana del siglo XX que había comenzado con “Pozos de ambición” (2007); una historia americana marcada por los problemas afectivos, el desequilibrio existencial y las ínfulas de grandeza. “The Master” es una ambigua, contemplativa y profunda exploración psicológica en forma de drama intimista de proyección épica que utilizaba como excusa narrativa la biografía de L. Ron Hubbard, fundador de la Iglesia de la Cienciología. como suele ocurrir en la filmografía de Anderson, “The Master” nos sumerge en situaciones (a veces excesivamente crípticas o absurdas) y personajes que exploran sus límites, emocionales, físicos, intelectuales o culturales, sin juzgar ni dar moralinas sobre el bien y el mal.
Freddie Quell (soberbio Joaquin Phoenix) es un excombatiente sin rumbo que un día conoce a Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), un intelectual acomodado y algo decadente, reconvertido en líder religioso, que lo acoge como pupilo. Pero las fuertes convicciones de Lancaster se contraponen con las dudas existenciales y religiosas de Freddie.
Solo de una manera indirecta critica Anderson el estatus de la neo-religión del protagonista (por medio de su actitud excesiva y violenta, por ejemplo), dando más importancia al periplo psicológico del personaje interpretado por Phoenix, que se ve engullido por la fuerza y la intensidad del líder; igual que le pasa al espectador a lo largo de una serie de bellas y potentes secuencias que impresionarán a espectadores con cierta paciencia (gran trabajo de cámara del director de fotografía Mihai Malaimare Jr., cuya obra está marcada por la experimentación posmoderna). Unos actores en estado de gracia (supuso uno de los pocos papeles protagonistas de Philip Seymour Hoffman, amén de uno de sus últimos films) elevan el buen hacer de Anderson (director, guionista y productor) convirtiendo “The Master” en una pieza clave del cine de autor contemporáneo.