Desde que Danny Boyle lo introdujese en el cine, primero adaptando una novela suya (“La playa”, 2000) y luego dirigiendo sus dos primeros guiones (“28 días después”, 2002, y “Sunshine”, 2007); Alex Garland se ha convertido en uno de los grandes exponentes de la ciencia-ficción cinematográfica del siglo XXI, escribiendo y produciendo la adrenalínica “Dredd” (Pete Travis, 2012) o explorando el lado más lírico y filosófico del género en “Aniquilación” (2018). Pero probablemente sea su debut en la dirección, “Ex_Machina”, su película más lograda; un elegante thriller dramático que reflexiona en torno a las posibilidades de la inteligencia artificial con la ayuda de un excelente trío protagonista, unos magníficos (y oscarizados) efectos especiales y un inteligente guión que termina decantándose por el cine de entretenimiento (con sus giros, sorpresas y concesiones) en detrimento de un discurso más trascendental.
Caleb (Domhnall Gleeson) es un programador que es requerido por su jefe (Oscar Isaac) y ha de trasladarse a la casa de este para someter a un androide (Alicia Vikander) al test de Turing durante una semana.
De una manera intimista y con una trama estructurada esquemáticamente, Alex Garland consigue aunar los dos temas fundamentales de los relatos sobre inteligencias artificiales: la toma de consciencia de las máquinas (véase “2001: una odisea del espacio”, 1968) y la emancipación (a menudo sangrienta) del ser humano (como en la saga de Terminator). Y lo hace imprimiendo intriga, sátira tecnológico-social, unos buenos diálogos (llenos de referencias) e interés por unos personajes un tanto estereotipados, creando una atmósfera aséptica y claustrofóbica, misteriosa y estilizada. Además de preguntarse por los límites entre ser humano y máquina, por la autoconsciencia y el autoengaño, desde un punto de vista ético e incluso sentimental; “Ex_Machina” también puede ser vista como una suerte de parábola de la ‘guerra de sexos’, de cómo la mujer consigue liberarse de ese análisis capcioso y prepotente al que los hombres la tienen sometida.