Lo que comenzó siendo un proyecto para la carrera, mientras estudiaba en la Universidad del Sur de California, fue creciendo hasta convertirse en el debut cinematográfico, a los 26 años, de uno de los grandes iconos de la historia del cine de género: John Carpenter (“La noche de Halloween”, 1978, “La cosa”, 1982, o “Están vivos”, 1988). Con la colaboración (en el guión, el montaje, el diseño de producción, los efectos especiales o interpretando a uno de los protagonistas) de Dan O’Bannon, antes del enorme éxito de “Alien, el octavo pasajero” (1979), donde reciclaba varias ideas de “Estrella oscura”; Carpenter logró una bizarra sátira de ciencia-ficción que supera su escaso presupuesto a base de humor absurdo, contemplación surfista y una irónica temática trascendental que la convierte en una especie de parodia de “2001: una odisea del espacio” (1968) en clave de Serie B.
A mediados del siglo XII, la Dark Star es una nave que vaga por el espacio destruyendo planetas que ‘molestan’ para futuras colonizaciones. Pero ya lleva 20 años de viaje y su reducida tripulación comienza a afectarle tanto aislamiento.
A pesar de que fue un fracaso comercial en el momento de su estreno, su desenfadada actitud y su condición de experimento de género la llevó a mantener cierto estatus en proyecciones de medianoche, granjeándole un culto que se consolidó en los videoclubs de los 80. Pero además de un argumento, claustrofóbico y gamberro, cargado de referencias a clásicos de la ciencia-ficción (Ray Bradbury, Philip K. Dick, …), el verdadero placer de “Estrella oscura” es ver como John Carpenter se maneja, ya en su primera película, con pocos medios; desplegando una puesta en escena, una narración y unos planos que, aunque aún algo inmaduros, demostraban su talento como realizador. Además de Carpenter y O’Bannon, también podemos contemplar los inicios de directores y guionistas como Tommy Lee Wallace (“It”, 1990) y Nick Castle (“Starfighter”, 1984), o el diseñador y artista gráfico Ron Cobb (responsable del DeLorean tuneado de “Regreso al futuro”, 1985).