Entre el díptico medieval compuesto por “El séptimo sello” (1957) y “El manantial de la doncella” (1960), Ingmar Bergman rodó esta obra cumbre de la fugacidad del tiempo, dramatización de la incompletitud humana y de la imposibilidad de alcanzar la perfección ideal, “Fresas Salvajes” evoca, entre sueños y recuerdos, la infancia del protagonista (un estupendo Victor Sjöström, director 36 años antes del clásico mudo sueco “La carreta fantasma”, a la que Bergman hace aquí referencia) como un paraíso perdido al que se quiere volver cuando la nostalgia te alcanza al final de la vida. Con una veintena de películas a sus espaldas, Ingmar Bergman estaba en posición de dotar a este emocionante drama crepuscular con armazón de ‘road movie’ de una maestría narrativa que ya coqueteaba con la experimentación formal que llevaría a cabo con films como “Persona” (1966) o “La hora del lobo” (1968); y como luterano (e hijo de un pastor luterano) y ávido lector de filosofía también estaba en posición de dotar al film de una compleja reflexión sobre el pecado y la redención.
Isak Borg (Victor Sjöström) es un viejo profesor que a sus 78 años va a ser homenajeado en la universidad donde se doctoró. Debido a un sueño, Isak decide hacer el viaje en coche en vez de en avión y, acompañado de su nuera (Ingrid Thulin), emprende un viaje desde Estocolmo a Lund que lo llevará a rememorar algunos de los momentos más importantes de su vida.
Bergman escribió el film en plena crisis existencial (aunque su carrera iba bien su vida amorosa y familiar parecía caer en picado) y aunque solo tenía 38 años cuando escribió el guión de “Fresas salvajes” (murió en 2007 a los 89 años), logró una reflexión sobre la inminente llegada de la muerte a la altura de testamentos cinematográficos como “Dublineses” (John Huston, 1987, con 81 años) o “Sacrificio” (Andrei Tarkovsky, 1986, con 54). Un film cuyas ramificaciones se extienden desde la historia del cine sueco hasta la condición humana, desde las relaciones personales hasta un ejercicio introspectivo de cine de autor; una maravillosa unión de unión de cine y concepto.
– Para todos los que tengan un mal momento.
– Imprescindible para interesados en ‘road movies’ filosófico-espirituales.
FOTO DE RODAJE
Ingmar Bergman & Victor Sjöström riendo en un descanso de “Fresas salvajes”.
BANDA SONORA
Erik Nordgren, ‘Memories (Wild Strawberries)’: https://www.youtube.com/watch?v=quJXk_WfHn4.
ART WORK
Jerzy Flisak – Poster polaco de ‘Fresas Salvajes’