El siempre corrosivo, combativo y a menudo incomprendido Jean Renoir (“Los bajos fondos”, 1936, “La gran ilusión”, 1937, o “El río”, 1951) reflexionó acerca de la superficialidad, la hipocresía y el desapego de la realidad de la alta burguesía europea por medio de un vodevil que esconde tras su aspecto ligero la sátira y la mala leche que el director ya había esgrimido el año antes en “La Bestia Humana”; esto junto a su condición de ‘exponente de una realidad incómoda’ (el auge de los totalitarismo) propició que fuese un fracaso en el momento de su estreno (incluso llegó a estar perdida hasta los años 60). Enmarcado en cierta corriente gala de Naturalismo poético y con un estilo que influyó posteriormente en el Neorrealismo italiano (las vanguardias cinematográficas recuperaron las obras del director francés) Renoir pone sobre la mesa la pérdida de valores, la frivolidad y la actitud que propiciaron al año siguiente el colaboracionismo francés del Gobierno de Vichy.
Un castillo dividido entre los sirvientes y los servidos; la aristocracia mantiene las formas vagamente mientras se deshace en infidelidades y engaños varios, y el servicio se va dejando llevar por su lado más pasional a escondidas de sus superiores; pero de cara a los demás siempre aparentan decoro y rectitud, lo que exige ‘la regla del juego’.
Cumbre de la etapa más comprometida políticamente del director (tuvo que emigrar a EE.UU. en 1940), en la que Renoir representó con metafórico acierto quirúrgico una Europa corroída por los nacionalismos en general y el nazismo en particular (la II Guerra Mundial estallaría un par de meses después del estreno del film y Francia sería ocupada por el Eje en 1940). Una valiente llamada de atención de Jean Renoir al mundo en forma de sainete cómico-dramático de relojería fílmica (una suerte de mezcla entre las obras de Agatha Christie y la comedia costumbrista; con vestuario de Coco Chanel y Henri Cartier-Bresson como asistente de dirección) que pasó desapercibida (de hecho fue prohibida en la Francia ocupada y en Alemania) en su momento como gran parte de la filmografía del director de “Boudu salvado de las aguas” (1932).
– Para los amantes de las parábolas sociales.
– Imprescindible para estudiosos de la lucha de clases.
FOTO DE RODAJE
Jean Renoir (en el centro) junto a parte del reparto de “La Regla del Juego”.
BANDA SONORA
Camille Saint-Saëns, ‘Danse Macabre Op. 40’: https://www.youtube.com/watch?v=YyknBTm_YyM.
ART WORK
Edward Sorel – Poster de ‘La regla del juego’ en la colección Criterion