Cima del cine de suspense europeo (y francés) a cargo del maestro del género, Henri-George Clouzot (“El cuervo”, 1943, “El salario del miedo”, 1953, o “En legítima defensa”, 1947), y con todos los elementos necesarios para convertirla en un clásico: giros de guión, venganza, crimen y una atmósfera opresiva e inquietante llena de terror psicológico e incertidumbre. La trama de “Las diabólicas” bascula entre el cine negro y la crónica criminal, entre el cine de terror psicológico y lo sobrenatural, entre la reivindicación feminista y el drama más lúgubre; siempre con una soltura y un envidiable sentido de la tensión cinematográfica, digno del Hitchcock más retorcido. Las magnéticas interpretaciones de Simone Signoret, Vera Clouzot (esposa del realizador) y el terrorífico Paul Meurisse, junto a un delicado e inquietante trabajo técnico y artístico (su frío blanco y negro y su emotiva banda sonora), elevan la categoría de este perverso rompecabezas, en el que todas las piezas encajan a la perfección, a la categoría de obra maestra.
Michel (Paul Meurisse) es el cruel director de un colegio en el cual convive con su mujer (Véra Clouzot) y su amante (Somine Signoret), una de las profesoras. Cansadas de malos tratos y humillaciones varias, las dos mujeres deciden deshacerse de Michel. Pero el plan no saldrá tan bien como ellas querían.
Clouzot consiguió arrebatar los derechos de la novela de Pierre Boileau y Thomas Narcejac al mismísimo Alfred Hitchcock (al correrse la voz el film se aseguró la popularidad antes ser rodado), el cual contraatacó adaptando otra obra de los mismos autores y transformándola en la inmortal “Vértigo (De entre los muertos)” (1958), en la que la frontera entre la vida y la muerte también parece difuminarse hasta extremos de pesadilla; creándose una retroalimentación entre ambos directores, siendo el realizador inglés una de las grandes influencias de Clouzot y enseñando este varias lecciones al ya veterano Hitchcock (según el guionista Robert Bloch, “Las diabólicas” es una de las principales influencias de “Psicosis”, 1960).