Dos nuevos directores tomaban el relevo de los fundadores de respectivas sagas. En “Pesadilla en Elm Street II. La venganza de Freddy” (1985) era, el efectivo artífice de series B, Jack Sholder (quien no se alejaría mucho del género posteriormente) quien se hacía cargo de pilotar el buque onírico de un Freddy Kruger más satíricamente freudiano que en su precedente (comenzaba a coger forma la personalidad final). Por su parte, otro artesano de la serie B, Steve Miner (director de la divertida “House” o de la pastelosa “Eternamente joven”) cogió las riendas en “Viernes 13, 2ª parte” (1981), el campamento de Crystal Lake se volvía a abrir, y, claro está, Jason volvía para consolidar el cuchillo, o el machete para los trabajos finos, (5 acuchillados en la primera y 4 en esta) como su arma paradigmática.
En estas nuevas entregas se ponía más de relieve el hecho de que las premisas de las desventuras del conserje Willie, perdón de Freddy “uñas largas” Kruger, daban mucho más de sí que las andanzas del anodino autista jugador de hockey. Mientras que la segunda parte de “Viernes 13” se limita a repetir el esquema narrativo (y temático) de la primera, en el film de Jack Sholder (del que hay que destacar esa pequeña joya del fantástico que realizaría un año despues llamada “Hidden”, con Michael Nouri y un, aún activo, Kyle MacLachlan, aprovechando su inexpresividad) se aprecia una evolución que, cuanto menos, hace que te pique la curiosidad sobre hacía donde va la tercera parte. Por lo demás no hay muchos más desniveles entre ambas películas. Robert Englund cambia el sexo de su acosado principal mientras que el señor Voorhees sigue a la suya sin hacer ascos a nadie (que romántica la escena del empalamiento en pareja, se me escapó una lágrima en recuerdo de mi última novia). Ambas secuelas (realizadas las dos al año siguiente de la original) seguían con su política de ahorro (lo que es de alabar) con repartos de jóvenes desconocidos (de los que no creo reconocer a nadie, ¿o si?). Las legiones de fans se multiplicaban por momentos.