El otro día fui a ver el Episodio III de Star Wars, ya no sé muy bien como llamarlo pero creo que era “Star Wars: Episodio III – La venganza de los Sith” o algo asi, el caso es que por fin se acabó todo (bueno, eso nunca será seguro, pero al menos ya no tengo que oír de bocas de unos y de otros: “ohhh!, que ganas, que ganas de ver el episodio tal o el episodio tal”, uffff, que cansinos!!!). Me está dando el sol en la nuca, el calor sube por segundos, ufff, “El imperio contraataca” era mas refrescante. Va a ser verdad que el Episodio III es el episodio mas oscuro, si hay algo destacable debe ser eso. Que hablan esos detras de mi cabeza? o es dentro?, no sé si estoy preparado para escribir en estas condiciones.
No hay sorpresas, al menos de tamaño considerable, todos sabemos lo que va a pasar, sabemos perfectamente como va a acabar la película, aunque al menos nos sirve para algunas cosas: para acabar de hacernos una idea de los caballeros Jedi como una amalgama de James Bond-Lancelot-Flash Gordon, para justificar ciertos detalles de la primera trilogía que, a mi entender, no necesitaban de explicación (aunque el tío Lucas no queria dejar suelto algo como esas apariciones de Obi-Wan, Yoda y Anakin después de muertos, como una especie de ectoplasmas parlanchines), para rizar el rizo genético, para concluir una historia de amor tan prototipica como la de “El primer caballero” o “Romeo y Julieta”, para regalarnos (bueno es un decir) unas cuantas escenas de esas de puro videojuego (soy consciente que precisamente de esta saga vienen esos juegos, del “Retorno del Jedi”, para ser mas exactos) de simulación de vuelo, para sobrevalorar la importancia del ordenador (lo siento pero sigo prefiriendo al Yoda de látex, a mi me interrumpe un poco la narración el hecho de que aparezcan cosas realizadas infográficamente, me la suda que hagan primeros planos y te des cuenta de que han hecho todos los pelos y arrugas de la cara con perfección milimétrica, a mi me da igual, yo quiero, al menos, no saber que es inmaterial), para que me diese cuenta que aquí en Italia no son los mismos androides en la primera y en la segunda saga (en la primera se llaman C1-P8 y 3-Po, y en esta ya tienen los nombres standar R2-D2 y C-3PO, no sé que rollo llevan, pero Darth Vader se llama Darth Fener, lo pillais?), para redondear una mitología a la altura de la de Tolkien (pero influenciada por el Rock & Roll, la ciencia-ficción de los 50, los drive-in, los seriales televisivos y el spaghetti western, en lugar de por las culturas nórdicas, las tribus masacradas y subyugadas del sur de África y los clubs de señoritos de alto copete, con puro y coñac), para transformar a R2-D2 en una suerte de navaja suiza, para convertir a Qui-Gon Jinn en el Jedi total y de paso rellenar un poco de historia de los Sith (¿dónde estaban los tipos estos en la primera trilogía?, alla fine sigue habiendo agujeros argumentales), para que, por si alguien no se había dado cuenta aun, disfrutemos con el actor mas todo terreno que ha dado el cine inglés en mucho tiempo, veo como le caen gotas gigantescas de sudor a la chavala que hay al lado mio, se deslizan por su frente y se acumulan en las dobleces de su escaso cuello, tengo ganas de levantarme y tirar el ordenador por la ventana, golpear con el teclado a alguien que me parezca meritorio de ello en la cabeza y salir por los pasillos chillando y arengando a la gente a la revolución, la pornografía, el cine documental y los bocadillos de carne picada con cebolla, es que no hay agua fría por ningún sitio?, me bebería hasta el sudor de la gorda que esta a mi lado.
Lo mejor que puedo decir de “Star Wars: La vengaza de los Sith” (aunque yo vi “Star Wars: La vendetta dei Sith”) es que en la sala de cine había aire acondicionado, me encantó, porque en el exterior tenía calor, Luke Skywalker y su sable de candela siempre estarán en mi corazón de niño (el que mas uso, de hecho), Han Solo y el halcon milenario, La princesa Leia (en Italia Leila) y sus ensaimadas, el planeta Hoth (mmmmm, comprendeís?) y hasta los ewoks, pero ese Anakin que pilota toda clase de aparatos hechos por ordenador, Darth Maul, Samuel L. Jackson, un Yoda menos Frank Oz que nunca o un combate (que se repetira con consecuencias opuestas) en el mismisimo infierno no me llegan tanto al estomago, supongo que es que me he hecho viejo, esta trilogia ya no es para mi, la conmocion cerebral es lo mio, me pregunto a que temperatura se evapora la medula espinal, pero joder!!, que rollero me estoy volviendo, no aguanto el sudor este, a ver si el proximo articulo lo escribo en invierno.