Me despierto con bastante dolor de cabeza y la boca pastosa, en mi mente aún corren ideas que se apresuran a resguardarse de la luz del día, recuerdo un hombre y una mujer muertos. Recuerdo como a veces a mi también me gustaría estar muerto, me encojo en algún rincón y veo cuan grande e impersonal es el mundo. Recuerdo como pensaba mientras veía “Dead man” de Jim Jarmusch, que Johnny Depp estaba haciendo un papel perfecto para Jack White (el de los White Stripes, al que ya vimos en “Cold mountain” con nombre de tía), ese pelo, esas miradas, no sé, la paranoia me rondaba la cabeza, como tantas otras veces. Un hombre muerto en busca de su puesto en el mundo, pero guiado por alguien con más voluntad que él, es la historia de mi vida, de mis relaciones con las mujeres.

Me incorporo y la cabeza me da vueltas, pero no tengo arcadas, me inclino y me dejo caer otra vez sobre la almohada. A Jack White también lo pudimos ver en la generosa “Coffee & cigarrettes” en un surrealista (si acaso no lo son todos los fragmentos del film) corto en el que le enseña a su ex-esposa Meg White como funciona su generador de Tesla, aqui Jarmusch se deja sumergir en un realista blanco y negro para pasear por la música (la música y la medicina, la misma mierda, de verdad) el cine y el mundo a través de sus protagonistas (de los Wo-Tang Clan a Iggy Pop, Alfred Molina o los gemelos Lee, hermanos de Spike Lee), el aparente sentimiento de bienestar se diluye como endorfinas, recuerdo el último fragmento, la muerte, ese estado de plena satisfacción, de plena nada, de plana existencia, de realidad en dos dimensiones, la realidad sin consciencia, el fin.

También es Johnny Depp el que pone voz a Victor Van Dort en “La novia cadáver”, ese prodigio técnico (que, todo sea dicho, ya no impresiona tanto como “Pesadilla antes de Navidad”, y las canciones, aunque buenas, nos dejan un regusto en la boca a sangre, perdón a dejá vu) de tétrica estampa, un nuevo trasunto físico de Jack White, y un nuevo acercamiento a las relaciones con la muerte. Ciertamente todos tenemos un compromiso con la muerte, no hemos confundido su mano con una escualida rama, pero si que le damos la espalda como si no la conociésemos, como si no fuese a llegar el día en que todos nos casemos con ella.

Depp, Jack White, Taylor Mead, el blanco y negro, un gusano que vive dentro de mi cabeza y sale al exterior empujando de mi ojo, Nadie, el champange, Danny Elfman, Burton y Jarmusch comparando sus peinados, todo gira dentro de mi cabeza, como esos motoristas dentro de jaulas circulares, no me siento muy bien, me parece que no me va a dar tiempo de llegar hasta el aseo, no puedo abrir bien el ojos derecho y tengo las rodillas doloridas, no sé si hice bien, creo que ayer consumí demasiado cine de calidad.