En un mundo como este, en el que todos los caminos de baldosas amarillas estan verjados, pues ya es más difícil que en tu viaje hacia la felicidad conozcas al espantapájaros, al hombre de hojalata o a uno de los muchos leones cobardes, lo que es más fácil es que conozcas a uno que trabajan en un restaurante de carretera para pagar el aborto de su novia de 16 años, o a un gasolinero que vive aislado desde que su mujer lo llevó a juicio o un perro que lleva ya muerto cerca de un mes en la orilla del camino. Desconozco la vida de Todd Solondz, pero estoy seguro que su camino de baldosas amarillas parecía más estar hecho con sarro que con oro, su mirada de niño sería amarga, y con respecto a la de adulto no hacen falta más comentarios.
Al igual que Kevin Smith, Solondz rueda en New Jersey, en entornos que conoce, por los que ha deambulado, pero donde Kevin Smith pone “Porky’s” y cómic, Solondz pone “La calumnia” y el patetismo de la realidad a flor de piel (es curioso que, tal vez, los personajes mas propios de Solondz del universo de Smith sean las hermanas Jones, Heather, Tricia y Alyssa, que vertebran la trilogía de New Jersey, es curioso porque precisamente en “Happiness” son tres hermanas las que llevan el peso de la narración).
Solondz rueda una excelente película coral, con unas historias que nos remueven de donde quiera que estemos sentados, de donde quiera que estemos viviendo. Nos pone frente a los ojos la crueldad que reina en la cotidianidad. Un reparto de actores perfectos en sus papeles (el más dificil, Dylan Baker, aunque también hay un excelente Philip Seymour Hoffman) borda un elenco de personajes inseguros, débiles, prepotentes, mentirosos, guiados por sus emociones por dentro, y por la sociedad por fuera.
La comedia negrísima apenas asoma de vez en cuando entre las vejaciones de unos y las obsesiones de otros, a pesar de ello se siente, a veces te encuentras pensando, con media sonrisa, en lo duro de la propuesta cómica de la escena anterior, cuando ya tienes a un tipo ansioso ante el cuerpo de un niño de 11 años.
Sin duda, es una película dura, sobre la pederastía raramente no lo es, una película sobre la desesperación sexual suele serlo, una película sobre la soledad y el astío también suelen serlo, es dura, como lo es la realidad, y precisamente de ahí viene la comedia, la realidad es cómica, ha de serlo para ser soportada, como en el cine. “Happiness” son 10 puntos a favor de Solondz, que ha sabido retratar en su película lo que nadie retrata en las suyas, no es que en la realidad todo el mundo sea asi, pero alguien tenía que hacer el complemento de los films corales hollywoodienses ¿no?, donde la gente llega al final y logra la felicidad, los personajes de “Happiness” están algo cabreados por las condiciones del camino de baldosas amarillas.