Por todos es sabido el hecho de que la Navidad es un tema al que se ha recurrido hasta la saciedad en el cine, y ademas casi siempre de una manera verdaderamente patética, supongo que el considerar a la Navidad como una época de buenos sentimientos, paz y amor (una burda mentira, por cierto), es lo que hace que las películas que quieren ser consideradas navideñas se conviertan en bodrios de esos con final feliz y tipos malos que se convierten en buenos (la sombra del “Christmas Caroll” de Dickens) siempre con niños y animalitos, nieve y muérdago, enamorados y demás chusma. Esta Navidad la paso lejos de casa, y desde luego me doy cuenta de que en cierto sentido son igual de vomitivas “Un padre en apuros” que “Que bello es vivir”. Prefiero con mucho el sarcasmo malévolamente ingenuo de “Pesadilla antes de Navidad” (Henry Selick, 1993), por no hablar de su impresionante acabado técnico, y con sus personajes oscuros y repulsivos. No se critica (y hablo en general) a toda esa ferial de las apariencias que se crea en torno a las falsedades de la religion (y algunos iconos laicos pero igual de aparatosamente falsos), así que (a falta de ver el “Bad Santa” de Zwigoff) me quedo con “Placido” (Luis García Berlanga, 1960), todo un puñetazo en la cara de la bondad navideña, esa bondad que la gente cree que debe forzar solo por el hecho de ser Navidad. Esa campaña de acoger a pobres es la quitaesencia de la hipocresía navideña, una pena que Berlanga no siga en activo ( sobre todo porque sus últimos films aun demostraban entereza). Y, bueno, aunque la Navidad haya inspirado films vocacionalmente capullos y planos en sus planteamientos, aun nos quedaran los “Gremlins” (Joe Dante, 1985) o “Silent Night, Deadly Night” (Charles E. Sellier Jr., 1984) o esa olvidada (a lo mejor en Francia no) “Game over” ( mezcla de “Solo en casa” y algún Rambo navideño) en la que un niño se defiende del ataque de un asesino (tal vez extraterrestre, la ambigüedad da también calidad al film) en una casa equipada con los mas modernos artilugios. y es que la serie B estará siempre ahí, para golpear a la cinematografía mas habitual, a los bienintencionados tontorrones que se tragan esas bazofias. Asesinos psicopatas, tristeza, papa muerto en la chimenea, y demas cosas, de todo eso tambien esta hecha la Navidad.