De enhorabuena estamos ante uno de los mejores estrenos del año. No me refiero al último vómito de Sandra Bullock ni al más novedoso pedo de Ben Affleck. Este mes se reestrena “Evil dead” (“Posesión infernal”, y es que la imaginación de los que ponen los títulos en castellano es tan extensa como la zona de bello capilar de Dario Grandineti (si os gusta la poesía recuperad “El lado oscuro del corazón” de Eliseo Subiela).
La ópera prima de Sam Raimi supuso todo un éxito en su momento. Un film sumamente barato financiado con capital plenamente independiente a principios de los 80 y con chorros de jarabe de maiz y kilos de latex al servicio de una historia de los más simple, pero llevada de la manera más imaginativa posible. El incombustible Bruce Campbell hace las veces de héroe (papel que recordemos repitió en las dos secuelas “Terrorificamente muertos” y “El ejército de las tinieblas”) casi animado (aunque no tanto como en su continuación) que se las ve canutas para salir con vida de un akelarre de ultratumba. Si no tienes prejuicios y sabes apreciar lo difícil que es hacer una película y que además entretenga, este es tu (re)estreno.