Siempre me ha gustado el cine de animación, los dibujos animados, desde pequeño hasta que mi madre empezó a decirme que eso que veía eran cosas de críos, y que dejase ya de ver dibujitos (que equivocada estaba por culpa de una educación diferente a la mia). El otro día vi en formato VideoCD (vaya un invento más majo, cine en tu DVD gracias a una grabación en CD) la ampliación del universo de los Wachowski llamada “Animatrix”.

“Animatrix”, como ya sabreís, está compuesta por 9 cortometrajes de animación. Lo que más se ha publicitado, lo que más se ha visto en anuncios y citas en programas es la conexión de este proyecto con el manga japonés. Los cortometrajes que reproducen la estética de los films japoneses de animación (debido a que están realizados por autores de ese mismo país, no nos confundamos) son impecables, tanto los de animación realista y perfeccionista como los de animación deformada al estilo de “Ninja Scroll”, con las caras alargadas y los miembros estirados y largos. Pero se llevan el gato al agua (en mi opinión, y debido al agotamiento de la fórmula formal japonesa) tanto el corto realizado integramente por ordenador (es cierto que está el precedente de “Final Fantasy”), que creo que se llama “El último vuelo de Osiris”, como otros de una animación atrevida y deformada (me encanta la huida del chico del monopatín o el desgarbe del atleta, perdón pero no recuerdo los títulos, y mucho menos los autores).

Con respecto a los argumentos, se dividen en dos clases. Están los argumentos que te ayudan explícitamente a entender el mundo de “Matrix”, como los dos cortos de “Segundo renacimiento”, donde te cuenta como se pasa del mundo que actualmente conocemos hasta el que se nos muestra en “Matrix” por medio de una historia política, social y metafísica. Luego hay una serie de historias que enlazan sucesos de nuestra realidad actual (es un decir) con la existencia de “Matrix”, por ejemplo: explica la existencia de una casa encantada como un fallo en matrix o el suicidio de un chico enganchado a los ordenadores como consecuencia de su conciencia de matrix. Osea, cine de animación de calidad, al servicio de esa saga de calidad cuestionable pero de éxito asegurado.