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Ni que decir tiene que la adaptación de “La liga de los hombres extraordinarios” (la prodigiosa e imaginativa obra gráfica de Alan Moore) no llega ni a la suela de los zapatos del cómic del autor de “Watchmen” (pero siempre hay quien prefiere argumentar que no se pueden comparar expresiones artísticas de distinta índole, pero ¿no lo hacemos a todas horas?). Supongo que Stephen Norrington (por mucho “Blade” que haya dirigido, je) no tiene el compromiso político, ni el agudo sentido de puesta en escena de Alan Moore (del que también se ha adaptado “Desde el infierno”), pero bueno, pasemos a lo que importa.

Sean Connery es Allan Quatermain, el héroe de los libros de H. Rider Haggard es el encargado de liderar estos X-Men paridos por un bibliotecario, que tratan de evitar que El Fantasma lleve a buen puerto sus planes de conquistar el mundo (original ¿eh?). Al menos es el regreso de Connery al éxito más rutilante (y no lo digo como diciendo: “oh que bien”, sino como diciendo: “al menos se morirá encendiendo un Cohibas con un billete de cincuenta libras el muy…”) porque ¿ha hecho algo bueno desde “Los últimos días del Edén”? Entre su equipo se encuentran las creaciones más famosas de Robert Louis Stevenson (Dr. Jekyll y Mr. Hyde, más cerca de Hulk que del original), Oscar Wilde (Dorian Gray y sus ansias imperecederas), Julio Verne (un Capitán Nemo más árabe que nunca, que vuelve al cine tras los títulos a los que ya dediqué un artículo entero), Bram Stoker (Mina Harker como descendiente de Drácula), H.G. Wells (el hombre invisible, en un nuevo caso de personaje casi prácticamente simulado infográficamente) o Mark Twain (Tom Sawyer; el más heterogéneo de todos los miembros).

Aparte del anciano escocés, los demás protagonistas del film tienen en él su gran oportunidad, algunos provienen de la televisión (el caso de la Nikita televisiva: Peta Wilson que da vida a la chupasangres, o Shane West, que interpreta a Tom Sawyer); otros ya han hecho sus pinitos de secundarios (Jason Fleming, Henry Jeckyll, aparecía en los dos primeros films de Guy Ritchie, y Tony Curran, el hombre invisible, que en el film se reconocerá él mismo y su madre, salía en el debut de Danny Boyle, “Tumba abierta” o la colosalmente patética “Pearl Harbor”); alguno ya ha protagonizado alguna película (Stuart Towsend, Dorian Gray, “La reina de los condenados”,…); e incluso hay alguna otra estrella (Naseeruddin Shah, Nemo, es una de las más rutilantes estrellas de Bollywood).

Y bueno, si no queréis ir a ver la película, no vayáis, pero al menos pedid a vuestro quioskero que os traiga el cómic, lo devoraréis deseando que no se acabe nunca.

 

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