Que agradable sorpresa la noche del sábado, vuelvo a casa cerca de las 4 de la madrugada, después de ver como bailan los italianos (esas patéticas maquinas de ligar) alrededor de las españolas, y de beber algo, todo sea dicho de paso, ¿y que me encuentro? Estaban emitiendo “1941”, la que es, para los que no tragamos al Spielberg post “Parque Jurásico” (a lo mejor admito que “Salvar al soldado Ryan” tiene momentos muy buenos, pero desde luego nada más), el gran clásico del joven Spielberg. Sé que “Tiburón” y tal y tal son buenas películas, pero “1941” tiene el encanto que solo un estrepitoso fracaso puede tener, y no un fracaso normal, sino un fracaso (económico) con todo el equipo. ¿Pero que cinéfilo moderno puede resistirse a un reparto tan jugoso como el de “1941”? y, bueno, no hablemos del equipo técnico. El reparto era tan genial que solo analizarlo me llevaría un enorme ladrillo de texto (ignoro porque no aparecen puntos y aparte en los textos, yo los hago, lo juro). Aún así comentemos, Spielberg abogó, para esta comedia bélica ambientada en el inicio de la Segunda Guerra Mundial, por la cantera del Saturday Night Live (no sé si fue el primer cineasta de prestigio en hacerlo), se agenció a Dan Aykroid y John Belushi (los Blues Brothers, que saltaron al cine mas tarde con el coleguilla de Spielberg John Landis, un director a recuperar) y algún otro como el excesivo John Candy. Tenemos en el reparto perlas como Nancy Allen (toda una joya de la serie B, desde “Carrie” a “Robocop”), el incombustible Tim Matheson o el recién salido de “Hair” Treat Williams, y hasta John Landis o Dick Miller (¿alguien ha hecho mas cameos que el? en, por ejemplo films de Joe Dante) entre las decenas de cameos. También hay cantidad de veteranos variados, el cómico Ned Beatty (aunque ojo a su papel en “Deliverance” o en su episodio de “La nueva hora de Alfred Hitchcock”) el excelente Warren Oats (endurecido por Peckinpah o Malick), el intocable Robert Stack, Christopher Lee o Toshiro Mifune, hasta Samuel Fuller (director muy reivindicable de “Uno Rojo: division de choque” o “Perro blanco”, por citar dos de sus últimos films) en un papel que lleva su mismo nombre. El guion estaba escrito por los, por entonces, ingeniosos (hoy día mas académicos) Robert Zemeckis y Bob Gale (aunque en la historia también tenia parte John Milius, supongo que antes no era tan fascistoide como ahora, aunque solo hay que ver “Conan”), siempre se ha dicho que el gran fallo de la película fue que una comedia no puede durar mas de hora y media (esta duraba casi dos), pero en realidad el fallo estuvo en que la gente no fue a verla a los cines, ni mas ni menos. Tal vez el film trate de abarcar demasiado, pero creo que lo consigue con creces, necesita metraje, pero Spielberg no deja cabos sueltos y, en ningún momento decae el ritmo del film. Desde luego no es una película de carcajadas constantes sin parar, pero si que tiene una comicidad (a veces remitiendo directamente al cine clásico y otras veces un humor mas moderno, mas Saturday Night Live) considerable. En definitiva, merece la pena verlo. Me despido desde Torino.
9 November, 2004