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Kim Yong Il (no el maestro de Obiwan) es el dictador de Corea de Norte, está de actualidad por la reciente escaramuza atómica que ha realizado. Personalmente no hubiera reparado en él si no fuera por una amiga que muy asustada me informó “¿no te has enterado?¿no sabes lo que ha pasado?â€? no tenía ni idea, por desgracia pensé inmediatamente en otro hacking al sistema, â€?es un tio pequeño y feo que ha hecho pruebas nuclearesâ€?, ¿porqué todos los dictadores son pequeños y feos? ¿ser pequeño te predispone a ser dictador? Es como los perritos que no cesan de ladrar, solo quieren llamar la atención, pero no son peligrosos. Los dictadores llaman la atención con grandes desfiles de cacharros militares, con publicidades pomposas, excentricidades variadas o novias miss rusia. No creo que Kim Yong Il sea peligroso, creo que tiene un problema afectivo.â€?Solo quiere llamar la atenciónâ€? comentaba con mi amiga, pero ella tenia el pánico nuclear hasta en la médula y salió corriendo a comprar víveres.

Al día siguiente -leyendo el periódico- descubrí que el pequeño dictador es un cinéfilo empedernido, tiene una colección de 20.000 películas (¿originales?) y es admirador reconocido de James Bond. Sabiendo ésto reafirme la teoría de que necesita llamar la atención (y de su problema afectivo), dudé entonces de que hubiera hecho ninguna prueba nuclear, y firmemente pienso que esa prueba nuclear, o lo que fuera, es una petición de auxilio, de ayuda, de amor, de comprensión, de que alguien invada su país y él pueda exiliarse algun sitio donde bajar nuevas películas. Dictar un pais es duro, y Kim Yong Il está solo ante el peligro y sin manta.

Los malos siempre tienen más y mejores armas, más secuaces y más fuertes, más tecnología y las novias más morbosas y voluptuosas,¿y los buenos?¿Qué tienen los buenos? Los buenos tienen una conciencia limpia, a la rubia condescendiente, al anciano maestro (o inventor de aparatitos decisivos), y en el mejor de los casos una navaja y chicle de fresa, pero a la hora de la verdad (o la batalla final) sólo se tienen a ellos. Los buenos sólo pueden confiar en sí mismos para acabar con todos los malos: Luke Skywalker, Chuck Norris, Roberto Benigni, Jackie Chan, Superman, Klaus Kinski, etc. Kim Yong Il ha visto suficientes aventuras de James Bond para saber todo esto y lo ha puesto en práctica, es hora de aprender a cabalgar la bomba.

Los malos (Estados Unidos) son muy poderosos, y el bueno (Kim Yong Il) no puede quedar impasible mientras ve cómo el mundo cae bajo las garras del mal, hay que hacer algo. El bueno no puede competir frente a frente con los malos, le superan en todos los ámbitos, ¿qué hacer entonces? â€?¿qué haria James Bond en mi lugar?â€? Se preguntaría Kim en la soledad de sus noches frente al dvd, los buenos siempre aparentan más de lo que tienen, cómo me dijo un hacker hace tiempo: no importa lo que sepas, sino lo que piensan que sabes. Más de un guión, de dos, y los que vendrán, se resuelven concediendo al bueno la habilidad de aparentar lo que no tiene, de sorprender al malo con un artificio que lo desborda, y antes de descubrir la trampa del cartón piedra, el bueno aprovecha la confusión para abordar al malo y ganar. Kim Yong Il ha visto eso cientos, miles de veces frente al televisor, nunca falla: unas trampas en el suelo por aquí, unos tanques hinchables por allí, una dinamita bajo el suelo, alguna nota de prensa, y los malos piden la rendición ¿porqué no iba a funcionar esta vez? O mejor ¿porqué no ha funcionado esta vez?

Kim Yong Il tiene un gran problema ahora, un problema al que James Bond o McGuiver nunca se ha enfrentado, ¿qué pasa cuando los malos no se tragan el truco? Kim Yong Il soñaba con ser el James Bond asiático, el del golpe maestro, el que engatusó a los malos para que contarán su plan malvado con todo lujo de detalles. ¿Qué haría James Bond? Probablemente haria lo que Kim Yong: reafirmarse en la mentira atómica a ver si cuela, y acusar a los malos de querer invadir su pais…pero ya suponíamos eso ¡por eso son los malos ¿no?! Kim ha fallado, y con él todos los guiones que lo avalaban, a pasado de ser James Bond al Dr.Evil de Austin Powers. Los buenos siguen siendo esos buenos de primera comunión, autistas y ligones sin despeinarse, pero los malos, por primera vez en la historia del cine, se han aprendido la lección, esta vez el caballo del malo si corre.

 

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