Y ahí estaba yo a las seis y media de la madrugada, viendo como Woody Allen juega con el cine, jugando a ser el mismo y a ser Bergman de la manera que mejor sabe hacerlo, tratando las cosas cómica y dramáticamente. ¿Pero acaso la mejor comedia no se puede convertir en el mas duro de los dramas, y el mas duro drama en la comedia mas delirante? Pues si se pueden convertir si, y si no lo creeis solo teneis que ver “Melinda y Melinda”, para mi una de sus mejores últimas obras.

En “Melinda y Melinda” mezcla esos dos mundos que a el tanto le gustan, los mundos de Interiores (completamente intimistas a lo Bergman) y sus mundos a lo Annie Hall (Allen al cien por cien), dos mundos no muy diferentes entre si porque ¿Acaso después de ver “Melinda y Melinda” no os imaginais “Interiores” como si fuese una comedia? (ya me imagino los intentos de suicidio de la madre en “Interiores” tratados cómicamente como solo el sabe hacerlo) ¿O acaso no podría ser “Desmontando a Harry” una historia dramática sobre el existencialismo y la esquizofrenia?

Como el mismo dice la vida es muy corta, en un chasqueo de dedos todo puede acabar (hasta las películas), por eso hay que ver la vida desde todos los puntos de vista para conocer las opciones y saber elegir.
Woody Allen lo ha hecho todo, sigue haciéndolo y lo hará hasta el día que muera dirigiendo una película.
Asi que disfrutemos de sus películas de todas las maneras que podamos y sepamos.

– ¿ Son lágrimas de pena o lágrimas de alegría ?
– ¿ Acaso no son las mismas lágrimas ?