Hasta aquí hemos llegado, me niego a seguir poniendo buena cara a los films de los Coen, soy el primero que me arrodillo ante los jóvenes directores de “Sangre fácil” (un thriller algo lento pero de una efectividad e ingeniosidad pasmosas y con una atmósfera muy lograda para su bajo presupuesto) o “Arizona baby” (para homenaje de los Cartoons de la Warner ésto, y no “La máscara”), me encantan, la que considero su obra cumbre, “Barton Fink” o, la académicamente anarquista “Muerte entre las flores”, hasta me pareció que “El gran Lebowski” tenía mucha gracia (y no digamos “Crimewave” de Sam Raimi, con guión de los sureños). Pero a la vista de como están las cosas voy a dejar de ponerles flores.
Ya me pareció algo rara la estrategia de “Oh Brother!”, cuajaba con ellos sólo en parte, aunque no se podía negar que tenía su gracia, estaba hecha cojonudamente y hasta Clooney quedaba bien en su tópico papel. Con “Crueldad intolerable” empezaron ha venirme demonios a la cabeza, los críticos la dejaban pasar, por su homenaje a los clásicos de la comedia americana y bla bla bla, a mi, no me pareció un film digno de los Coen, me pareció insulso y decepcionante, si es cierto que manejaban los resortes de la screenball comedy con una soltura digna de los mejores artesanos de bla bla bla, pero la ironía y el sarcasco subversivamente coeniano se dejaba ver a penas en unos cuantos detalles (y hasta “El gran salto” lo tiene a sacos), ni la sobriedad cruel de “El hombre que nunca estuvo allí” ni el desenfado cotidiano de “Fargo”, sólo un compendio de tópicos (ya sé que los cineastas modernos son básicamente eso) bien articulados, pero que suenan a muy vistos. Y aquí llegó “Ladykillers”, el remake de “El quinteto de la muerte” (y no me vale la excusa de que el original tenía demasiada categoría para versionarlo, era bueno, pero los Coen también lo eran, y espero que aún quede algo) de Alexander Mackendrick, una de las joyas de la Earling. Parece que Joel y Ethan Coen no tenían mucho interés por revisitar ni el argumento, ni el concepto del film inglés. Han hecho una versión que cualquiera podía haber hecho, han hilvanado una serie de tópicos (aunque algunos no sean tan tópicos) relacionado con los EE.UU. del sureste (que para más inri ya habían usado en films como “Oh Brother!”) y los han acomodado al argumento de William Rose (autor del “Ladykillers” original).
Me habría gustado creer tras ver la película que los Coen se habían ganado el sueldo, pero me parece que, tras “Crueldad intolerable”, están tomando un camino en el que, de seguirlo, terminarán haciendo algún remake de “Tú a Boston y yo a California” para Disney o algún mamotreto facilón por el estilo. No sé donde estará el sello de los hermanos Coen de aquí a unos años, lo que sé es que en la actualidad es cada vez más dificil localizarlo entre la paja. Yo, desde luego, no voy a seguir planchándoles la cama, o vuelven o los metos en el cajón con Robert Zemeckis, su amigo Raimi y James Cameron.