SINOPSIS: Karen (Kylie Travis) es una psicóloga policial que, tras un suceso traumático, vuelve a su casa atravesando las interminables carreteras del desierto tejano. Su camino se cruzará con el del violento Frank (un excesivo Jim Belushi), provocando que se topen con un laboratorio secreto donde se realizan extraños experimentos.
COMENTARIO: Tras la bancarrota de 1992, los productores, especializados en cine de bajo presupuesto, Brad Krevoy y Steve Stabler, se hicieron cargo de la otrora prestigiosa Orion Pictures; dando lugar a films que evocaban el más imaginativo cine de serie B de los años 80. Un ejemplo perfecto es este thriller de ciencia-ficción con el aspecto de frenética road movie plagada de acción y humor negro. Dirigida con buen pulso y economía de medios por Louis Morneau (que volvería al subgénero con las secuelas “Carretera al infierno II”, 2003, y “Nunca juegues con extraños 2”, 2008), “Retroactive” es un digno entretenimiento sustentado en un guión tan enérgico como atractivo, en un argumento (del que Nacho Vigalondo tomó prestada inspiración para “Los cronocrímenes”, 2007) que aprovecha cierto esquema habitual de las películas de viajes en el tiempo para construir (y deconstruir) una sencilla trama de persecuciones y tiroteos protagonizada por la típica heroína accidental y el no menos típico psicópata sureño, machista, invasivo e implacable.
Con reconocibles y efectivos secundarios sin nombre (M. Emmet Walsh, Jesse Borrego o Frank Whaley), buenas escenas de acción y una factura técnica y artística simplemente correcta (donde destaca la fotografía de George Mooradian, salido de la productora Full Moon, del gurú del cine de explotación Charles Band), este polvoriento y enérgico thriller independiente de acoso y derribo, con bucles temporales e ingeniosos giros de guión, es la demostración de lo que pueden hacer un puñado de modestos profesionales con poco dinero y muchas ganas. “Retroactive” es una de esas estimulantes mezclas de géneros que atrapará y sorprenderá a cualquier espectador que decida darle una oportunidad más allá de su convencional arranque.
Imprescindible para coleccionistas de bucles temporales.
Desaconsejada para los que necesiten algo más que puro entretenimiento.