No, no me refiero a la indescriptible comedia de Roberto Benigni. Me refiero al film de Patty Jenkins con el que Charlize Theron ha logrado el Oscar a la mejor actriz principal. “Monster” es la historia de Aileen Wuornos, prostituta condenada a muerte (y ejecutada en el 2002) por el asesinato de seis de sus clientes. Ya existían dos documentales y un telefilm sobre la vida de este complejo personaje. Y, precisamente, a un telefilm se parece la película de Patty Jenkins, a veces a un telefilm de esos de “basado en una historia real”, tal vez esa es su mayor tara. Por momentos la interpretación de Charlize Theron es tan efectista y el pulso narrativo tan vago que parece que el logo de Antena 3 va a aparecer de un momento a otro separando los bloques publicitarios. Desde luego la transformación de Charlize Theron es encomiable, pero yo me quedo con la interpretación de Christina Ricci, con su delicadeza e ingenuidad puesta al servicio de la pareja de Aileen. Y es que el film pretende (y podemos decir que lo consigue) ser más una historia de amor que una historia de psicokillers.
Efectivamente hay durante todo el metraje cierto tufillo a cine romántico reciclado para la ocasión, algunas de las mejores escenas pertenecen a esta índole, al romance entre la Theron y la Ricci (muy buenas las escenas sexuales, aunque siempre dentro de la bochornosa ética yankee), que es mejor llevado que las escenas de crímenes (una de sus víctimas, Scott Wilson, nos remite directamente a “A sangre fría” de Richard Brooks). La película termina siendo fallida, pues no consigue cuajar como una película de asesinos en serie, pero tampoco termina de convencer (por culpa y gracias a la interpretación de la oscarizada) como una historia de amor al límite, y ni siquiera funciona como una versión lésbica de “Bonnie & Clyde”. No funciona como ninguna de estas cosas pero si tiene cierta consistencia interna. En, definitiva una película para pasar el rato, para disfrutar de Christina Ricci o para volver a ver a un clásico Bruce Dern en plenas condiciones. ¿No es el cine entretenimiento?