SINOPSIS: Una pareja de jóvenes llamados Jordan White y Amy Blue (James Duval y Rose McGowan) conocen a Xavier Red (Johnathon Schaech), un deshinibido vividor que los conduce a una espiral de violencia, sexo y delincuencia, tras matar por accidente al dependiente de una tienda. Los tres emprenderán una huida de la policía a través de EE.UU.
COMENTARIO: La segunda parte de su ‘Trilogía del Apocalipsis Adolescente’ (tras “Totally Fucked Up”, 1993, y antes de “Nowhere”, 1997) dio a conocer al siempre radical Gregg Araki (“Vivir hasta el fin”, 1992, “Mysterious Skin”, 2004, o “Pájaro blanco de la tormenta de nieve”, 2014) al público más alternativo a nivel internacional y lo reveló como un creador de farsas tragicómicas desenfadadas que gustaba de mezclar géneros y escandalizar a la platea sin olvidar la crítica social y moral. Pero además de emancipar a Araki del New Queer Cinema (corriente de vanguardia centrada en temáticas de género donde también militaron Gus Van Sant, Todd Haynes o Derek Jarman), “Maldita Generación” es una divertida comedia negra independiente repleta de referencias cinéfilas, escenas de acción, crímenes, sangre, heterogéneos cameos (desde la musa del cine independiente Parker Posey a la ‘madame de Hollywood’ Heidi Fleiss) y delirantes secuencias que van del gore al surrealismo o la psicodelia; todo al servicio de una jocosa reflexión sobre el nihilismo de la juventud moderna.
Al ritmo de Nine Inch Nails, The Jesus & Mary Chain, Porno for Pyros o Aphex Twin, el trío protagonista (sus apellidos White, Blue y Red delatan las intenciones burlescas del director) se convierte en un trasunto underground (y polisexual) de los famosos dúos criminales que pusieron de moda Bonnie & Clyde y que en los 90 habían revitalizado los guiones de Tarantino para “Amor a quemarropa” (Tony Scott, 1993) o “Asesinos Natos” (Oliver Stone, 1994). “Maldita Generación” en una delirante road movie de antihéroes, inadaptados y trasgresores al margen de la sociedad que el propio Araki definía como ‘película criminal heterosexual’ (en irónica referencia a la etiqueta de ‘cine gay’ que había acompañado a sus films anteriores).
Imprescindible para buscadores de la mejor serie B de autor.
Desaconsejada para público sensible a la violencia y el sexo explícitos.